Tarta de Halloween: terrario de gusanos

Se acerca la noche de Halloween y este año voy por adelantado!

Que nadie se asuste con las fotos, porque a parte de la mala calidad (sin mi cámara ni en mi cocina) la tarta no es, ni por asomo, bonita.

En el trabajo hemos impartido un taller de manualidades para niños, con motivo de esta fiesta, montando un photocall que el 31 de Octubre servirá como fondo para las fotos de los participantes en el concurso infantil de disfraces de mi localidad. Será una tarde divertida, con actividades para los niños, disfraces y chocolate caliente para merendar.

Desde el grupo que conformamos el taller nos adelantamos un poco a la celebración con un pequeño taller de cocina creativa de terror; los niños prepararon arañas con galletas Oreo, bocadillos de dedos cortados y ensangrentados, gominolas de gusanos y mucha tierra de chocolate.

Pues para ponerles un ejemplo de decoración para esta festividad, el último día y como premio no solo nuestros alumnos cocinaron, las monitoras también lo hicimos. Mi compañera trajo una preciosa tarta de Huesitos con una telaraña pintada y arañas de chocolate (crujiente y deliciosa) y yo… pues yo preparé la guarrada que veis en las fotos. Puedo deciros que mi intención era dar asco y enseñar a los niños que la comida puede ser deliciosa aunque no lo parezca.

Me encantaría poder enseñaros sus caras encogidas o anonadadas al ver este «terrario» lleno de gusanos, orejas y dientes.

Para animarlos a probar la tarta y darles una lección de que se come con el paladar y no con la vista, les llevé gusanos a medio hacer, para que pudieran ver como los había elaborado y les rallé una tableta de chocolate con galletas para hacer el efecto tierra.¡ Les gustó más comerse a cucharadas sus platos de tierra y gusanos que mi tarta!

Aunque si os puedo decir, que menos algún alérgico y dos niños a los que no les gusta el chocolate, todos comimos tarta para merendar y a pesar de la sencillez, estaba muy rica. Os dejo la receta.

Espero que os guste!

INGREDIENTES:

Para los gusanos:

1 sobre de gelatina en polvo de fresa y otro de limón

1 sobre de gelatina neutra

1 litro de leche

1 cucharada sopera de colorante alimentario azul

1 paquete de pajitas (o varios de distinto grosor) y una botella alta

Para la tarta:

400 gr de galletas María

180 gr de mantequilla sin sal

1/2 litro de nata para montar

250 gr de queso de untar tipo Philadelphia

1 sobre de gelatina de frambuesa en polvo y otro de gelatina neutra

Para decorar:

1 paquete de galletas rellenas de chocolate (o tableta de chocolate rellena de galletas) unos 150 gr.

Algunas chuches con forma de orejas, dientes, dedos…

2 huevos kinder

 

Empezamos elaborando los gusanos de nuestro terrario, para lo que necesitamos pajitas, a ser posible de las que tienen el extremo flexible, aunque yo he usado de distintos tipos y grosores y un cuenco o en mi caso una botella cortada, lo suficientemente alta para que las pajitas queden casi por completo dentro de la botella, de pie.

Preparamos la gelatina siguiendo las indicaciones del envase, pero en vez de agua vamos a usar leche y pondremos la mitad de la cantidad total de líquido que nos pida. Por ejemplo mis sobres de gelatina de sabores eran para 1 litro de agua cada uno, pues yo he usado 1 litro para los dos sobres, además mezclando sabores.

En un cazo, calentamos casi toda la leche, menos 1 vaso, en el que vamos a diluir 1 sobre de gelatina neutra.

Cuando la leche empiece a hervir, vertemos los dos sobres de gelatina de sabores, mezclando sin parar con unas varillas para que se disuelvan por completo y no queden grumos. Bajamos el fuego y dejamos hervir unos minutos sin dejar de remover y añadiendo el vaso de leche con gelatina neutra que tenemos reservado. Añadimos a la mezcla colorante azul y vamos mezclando hasta que la gelatina tenga un color grisáceo como de gusano.

Preparamos la botella con las pajitas dentro como se ve en la foto (las que tengan zona flexible las vamos a estirar para que los gusanos adopten esa forma rallada). Vertemos por encima de las pajitas y hasta llenar la botella, la gelatina líquida y aún caliente y dejamos reposar hasta que enfríe, después guardaremos en la nevera para que cuaje bien hasta el momento de montar la tarta.

 

Para la tarta vamos a triturar las galletas María y las de chocolate por separado y reservar estas últimas.

Mezclamos las galletas María con la mantequilla derretida, creando una pasta con la que vamos a cubrir el fondo y los laterales de un molde desmontable (en mi caso desechable). Es importante que cubramos todas las paredes para que sea más fácil de manipular después la tarta y quede más escondida tras la decoración.

Dejamos enfriar nuestra base de galletas en el frigorífico y preparamos el relleno.

En un cazo calentamos la nata y el queso, mezclando bien hasta disolver. Cuando comience a hervir añadimos la gelatina de frambuesa y mezclamos, bajamos el fuego.

Diluimos 1 sobre de gelatina neutra en 1 vaso de leche y lo añadimos a la gelatina que tenemos al fuego. Mezclamos bien y agregamos colorante rojo para dar más color al relleno.

Vertemos el relleno sobre nuestra base de galletas y dejamos cuajar en el frigorífico al menos 4 horas (o de un día para otro, como hice yo).

Cuando nuestra esté solidificada solo nos queda la parte más divertida y fea al mismo tiempo, decorar.

Rallamos o trituramos las galletas de chocolate, abrimos por la mitad los huevos Kinder y sacamos las pajitas de gusanos de su botella, limpiando por fuera los restos de gelatina adherida para quedarnos solo con la pajita limpia y rellena de gelatina.

Desmoldamos la  tarta sobre una bandeja un poco más grande que la tarta, cubrimos con una fina capa de galletas de chocolate rallado, tanto la tarta como la base. Colocamos sobre la tarta las mitades de huevo Kinder a modo de cuenco y dentro de cada uno ponemos alguna oreja, dedo o diente de gominola, vamos cogiendo pajitas y empujando desde el extremo superior (el que esté vacío) hacia abajo, sacamos nuestros gusanos de su envoltorio, dejándolos caer primero sobre los cuencos de huevos, a modo de nido de gusanos y después vamos repartiendo los demás sobre la tarta y la base a nuestro gusto. Para terminar distribuimos las chuches que nos queden y cubrimos todo con otra capa de tierra de chocolate, para darle un aspecto más realista a nuestros gusanos. Y listo para servir.

Viendo una porción ya es más apetecible ¿o no?

Buen provecho!

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3 comentarios en “Tarta de Halloween: terrario de gusanos

  1. ¡¡Hola Noelia!! Si tu intención era dar asco, lo has conseguido, ja, ja. Lo que me tiene alucinada son esos gusanos tan, tan realistas, ¡¡son una pasada!! Es en lo primero que me fijé nada más que vi tu tarta ayer en instagram, ¡¡si es que parecen de verdad!! No tenía ni idea como habías conseguido ese efecto anillado de los gusanos, y claro, ahora, al leer su elaboración me ha quedado claro y me ha encantado la idea, y más sabiendo ya todos los ingredientes de la elaboración, tan buenos. Yo también me veo metiendo la mano y comiéndome un puñado de gusanos con tierra y pellizcando a la vez un buen trozo de tarta. Tuvo que ser un día muy divertido y ver la cara de los niños cuando vieron tu tarta también. Está bien la idea, no todo lo que parece feo para los niños (como las verduras que llevan tan mal para comer), signifique que no está bueno. La apariencia no siempre lo es todo. Besitos.

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    • Gracias Isa!! Esa era mi principal intención. Me pasé la semana diciéndoles que tenía unos gusanos vivos, frescos y crujientes en la nevera, y los más peques me miraban extrañados, Jajajaja. Eso sí, menos mal que a pesar de espantosa estaba muy rica, porque está vez no podía cortar una porción y probarla antes de servirla. Un besote!!

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    • Buenos días Isa!!, si te gustan los quesos fuertes prueba la salsa de cabrales también, porque está para chuparse los dedos. Con ella también hice pasta, que ya subiré más adelante y la mezclé con nata para rebajar el sabor. Con el tema de las texturas si te entiendo, a veces veo recetas de sopa con caracolas y lazos de pasta enormes y eso tampoco me gusta, pero es más Por la textura y el masticar tanto ennun plato que yo creo que debería ser ligero, pero este niño… No le cambies los macarrones ni por espaguetis o espirales blancas, imagínate si son de colores, Jajajaja. Un besito y feliz domingo!!

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