Tarta de limón

O vuelta a mi mundo real!

Siempre es difícil volver, retomar costumbres que hemos dejado apartadas por distintos motivos y para las que parece no encontramos tiempo.Estamos a mitad de enero y uno de mis retos personales para este nuevo año es devolverle a mi vida su rutina. Puede parecer sencillo pero hay que tener en cuenta que desde 2018 he vivido en un batiburrillo de circunstancias y quehaceres que en nada se parecen a lo que yo recuerdo como la rutina de mi vida. Por lo que normalizar mi día a día me está costando más de lo que creía, en estos últimos dos años todo ha cambiado tanto que necesito poner los pies en el suelo, quedarme completamente quieta -mentalmente hablando- y retomar o crear una rutina en la que sentirme tan cómoda, que mis deseos sean de mi cuerpo a marchar a otra vida.

No se si este concepto es muy comprensible para los demás, pero cuando tienes una rutina, unas pautas que se repiten en tu día a día y en las que te acomodas, es más fácil ilusionarse con la programación de cosas nuevas, de retos diferentes. Y ese es mi propósito, volver a tener una vida enmarcada en una rutina diaria que me ayude a volcarme al 100×100 en las nuevas experiencias.

Mi día a día no ha sido «normal» desde hace más de un año, tanto es así que estas pasadas navidades, si, esas fiestas que ya parece que hemos olvidado y que terminaron hace sólo unos pocos días. Pues estas pasadas navidades ni siquiera he cocinado. Por primera vez en muchos años, no he sido yo la cocinera oficial del plato principal de las cenas de Nochebuena y Fin de año; aunque eso no ha evitado que todo lo servido en la mesa esos días tan señalados haya sido copiosamente delicioso, y que ahora, aunque parezca que las fiestas acabaron hace mil años, siga enfadada con la báscula por chivarme las consecuencias de tantas comidas.

Sólo hay una receta de cocina que me hincha de orgullo en estas fiestas, y es que en Nochebuena mi abuela cumple años, 2019 nos ha dejado su 80 cumpleaños y eso se merecía una celebración y su correspondiente tarta, con velas incluidas, que 80 no se cumplen tan fácilmente.

Por lo que hoy os traigo la que seguramente no ha sido mi tarta más navideña, ni la mejor decorada, tampoco la más original, pero si la realizada con más cariño e ilusión de los últimos años.

En siguientes entradas os iré contando que ha sido de mi vida durante tanta ausencia, pero hoy, como bienvenida al 2020, os dejo una tarta de cumpleaños que pesaba cerca de 5 kg y que, a pesar del tamaño, es tremendamente sencilla de realizar, pues su bizcocho, relleno y cobertura, no son más que el clásico bizcocho de yogur de limón y la mousse de limón que suelo servir en Nochebuena como postre.

Espero que os guste!

INGREDIENTES: (Para 24/28 porciones)

Bizcocho:

8 huevos

2 yogures de limón

2 medidas de yogur de aceite de oliva suave

3 medidas de yogur azúcar blanco

6 medidas de yogur de harina de trigo

1 sobre de levadura química tipo Royal (16 gramos)

zumo de 1 limón más la ralladura del mismo.

Mousse de limón para relleno y cobertura:

500 ml de nata para montar

400 gr leche condensada

300 ml de zumo de limón recién exprimido

2 láminas de gelatina neutra disueltas en 3-4 cucharadas de leche templada

Para mojar el bizcocho: medio vaso de agua con 2 cucharadas de azúcar disuelta y el zumo de 1 limón

Para decorar:

3 cucharadas de leche condensada mezcladas con unas gotas de zumo de limón y 2 gotas de colorante comestible amarillo

Para el bizcocho precalentamos el horno con calor arriba y abajo (sin ventilador) a 190 grados.

Separamos las yemas de los huevos de las claras.

Montar las claras a punto de nieve fuerte.

Batir las yemas con el azúcar, cuando blanquee añadir el aceite y seguir batiendo.

Cuando tengamos una mezcla homogénea añadimos los yogures y el zumo y ralladura de limón.

Mezclamos la harina con la levadura y la añadimos a la masa, mezclamos hasta que no queden grumos y por último añadimos las claras montadas, mezclando en este caso con una espátula y movimientos envolventes, para que no se pierda el aire y volumen de las claras al mezclar.

Engrasamos un molde rectangular (yo he usado uno desechable de 20×32 cm), vertemos la masa del bizcocho y le damos unos golpes para que las burbujas suban a la superficie.

Horneamos el bizcocho durante 40-50 minutos hasta que esté totalmente cocido. Si durante la cocción la capa exterior del bizcocho se dora muy rápido, podemos tapar a partir de los 20 minutos con una lámina de papel de aluminio.

Dejar reposar el bizcocho en el molde hasta que se enfríe antes de desmoldar.

Para el relleno preparamos una mousse de limón, para lo que necesitamos tener la nata y la leche condensada muy fría antes de trabajarla.

En primer lugar montamos la nata hasta que quede muy firme y reservamos.

En otro bol mezclamos la leche condensada con el zumo de limón y batimos la mezcla con las varillas eléctricas durante 8-10 minutos para que crezca la mezcla y casi doble su tamaño. Añadimos la leche con la gelatina disuelta e integramos bien.

Mezclamos la nata montada con la mezcla de leche condensada y limón, con una espátula o lengua de cocina, hasta integrar bien las dos cremas sin que pierdan aire y dejamos reposar en el frigorífico 30 minutos aproximadamente, mientras se enfría el bizcocho.

Para el montaje de la tarta abrimos el bizcocho con una lira por la mitad, mojamos la base interior del bizcocho con el agua de azúcar y limón y extendemos la mousse sobre la base de bizcocho dejándole un grosor de unos 2 cm de crema.

Cubrimos con la otra mitad del bizcocho y usamos el resto de las mousse para cubrir todo el exterior de la tarta, primero ponemos una capa fina que nos servirá de recogemigas y después el resto de la mousse para crear una cobertura homogénea que dará más jugosidad a la tarta.

Para decorar yo he utilizado una mezcla de un poco de leche condensada con unas gotas de zumo de limón y un poco de colorante amarillo, pero la decoración es un mundo libre.

El lazo que he usado para bordear la tarta es de tela, no comestible (era el mismo que utilicé para hacer la moña del regalo de cumpleaños de mi abuela.

Buen provecho!

 

2 comentarios en “Tarta de limón

  1. ¡¡Hola Noelia!! ¡¡Feliz año nuevo!! Bueno, bueno, ya vi algunas fotos por instagram lo preciosa que estabas el día de tu boda, mi más sincera enhorabuena, espero que seáis felices el resto de vuestra vida, te lo mereces.
    Y me alegra verte por aquí, espero que puedas hacer esa rutina, que es verdad que para el día a día viene bien, tranquiliza y parece que todo está más controlado.
    Mi rutina también peligra, pues a partir de febrero me han dado más horas en el trabajo, y ya no sé como voy a poder llegar a todo, ya veremos, poco a poco, pero me va a costar tener que plantear nuevas rutinas, con el poco tiempo que tengo ya.
    Por cierto, qué cocina tan bonita tienes, me encanta, que la disfrutes haciendo en ella todo lo que más te guste. Y bueno, de momento, has hecho un pastel riquísimo. Me encanta lo blanquito que se ve en el corte, me resulta refrescante y delicioso, ¡me encantan los postres de limón! Y muchísimas felicidades a tu abuela, ochenta años se merecían una tarta tan deliciosa como ésta. Besitos.

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    • Hola Isa, extrañaba estas conversaciones en la distancia contigo, y me alegra muchísimo ver que sigues aquí. Ya estaba planeando hacer ese dulce de naranja último que has subido, porque el membrillo no me gusta demasiado, jeje. Gracias por tus piropos y perdón por no dejarte comentarios los últimos meses, a pesar de mi falta de atención te he leído a ratitos en noches tranquilas como la de hoy. Ya os iré contando mi caótica acompañada de recetas!! Mil besos

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