La primavera no quiere quedarse, o tal vez sí, tal vez esta sea una de esas primaveras reales donde un día sales en manga de camisa pero duermes tapado con el edredón, y al día siguiente hace frío o llueve. «El tiempo de los locos» como decimos en mi casa.
Pero en Sevilla esto suele durar una semana (desde que tengo uso de razón). Aquí cuando llega Abril eso de «aguas mil» que dice el refrán nos lo tomamos un poco a broma, porque en este tiempo, quitando algún chaparrón ocasional, ya vamos todos con ropa de verano, o casi, las tardes son eternas de calor y sol; y las nubes, la lluvia y el frío los hemos olvidado para entrar en un verano que dura hasta octubre.
Así que hace unos días, y a unos fantásticos 25 grados yo me dije: Noelia, ya es primavera y tus armarios tienen que saberlo. Me puse en huelga con la ropa invernal y mandé al rincón más apartado del armario los jerseys de lana, las bufandas y las botas y zapatos negros. Le devolví el color y la alegría a mi pequeño vestidor sacando zapatos de colores, vestidos floreados, camisas alegres…. y por si acaso, dejé el «borrego» cerca. Llamo así a una rebeca muy gorda de lana con un gorro enorme que es super calentita y que he usado muchísimo este invierno, y ahora, a modo guiri que pasea con chanclas y calcetines, yo voy con mis camisas finas y coloridas a trabajar y mi borrego encima. Porque a vuelto a hacer frío, a llover y no, no puedo ponerme zapatos descubiertos (aunque me niego a volver a sacar la ropa de invierno).
Pues con tanto ir y venir cambiando de temporada, también pensé en cocinar algo más primaveral. Aún no hace tanto calor como para temerle al horno, pero empiezan a apetecer las comidas más ligeras, y acababa de comprar estos calabacines redondos, que son tan bonitos y que casi nunca encuentro en el super. Y sin muchos ingredientes pero cargados de sabor aquí tenemos mis calabacines rellenos.
Como veréis en la receta no he puesto nada de sal porque el queso y el jamón ya le aportan toda la que necesitan y no he añadido el jamón al principio para que no se dore demasiado, pues entonces suelta su grasa, agua y toda la sal y la textura final no será tan cremosa como la que yo os he preparado. El comino y la canela le dan suavidad a una mezcla tan fuerte como el jamón y el queso azúl, si no os gusta podéis poner un poco de nuez moscada molida o reducir la cantidad de queso para que su sabor no sea lo único que notemos en el paladar.
Espero que os guste!
INGREDIENTES: (1 calabacín por persona)
4 calabacines
1 cebolla grande
60 gr de queso azul
100 gr de jamón curado picado (o tacos de jamón preparados del supermercado)
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra molida, comino molido y canela molida
Precalentamos el horno a 190 grados con calor arriba y abajo y sin ventilador.
Mientras se calienta, lavamos y secamos bien los calabacines y le cortamos el rabo superior a modo de tapa (cogiendo un poco de carne).
Con la ayuda de una cucharilla de café o un sacabolas, sacamos la carne del calabacín de su interior, dejando una capa que de grosor a la piel para que se mantengan firmes al cocinarlos, como véis en las fotos.
Horneamos los calabacines vacíos y sus tapas durante 10 minutos y después dejamos templar fuera del horno mientras cocinamos el relleno.
En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra doramos la cebolla muy picadita. Cuando empiece a tomar color le añadimos la carne que sacamos de los calabacines también picada muy pequeña. Añadimos un poco de pimienta negra molida, y la punta de una cucharilla de comino molido y otra de canela molida.
Dejamos cocinar a fuego medio hasta que el calabacín pierda toda el agua y esté tierno. Entonces añadimos los tacos de jamón, mezclamos y dejamos cocinar un par de minutos más. Y por último añadimos el queso azul picado o troceado a nuestro relleno, que se derretirá en seguida y podremos tener una masa cremosa para relleno.
Recuperamos nuestros calabacines semi-horneados, los rellenamos con la masa que hemos cocinado con la ayuda de una cuchara y les ponemos la tapa que cortamos al principio.
Metemos al horno y cocinamos a 190 grados 20 minutos más. Dejar reposar unos minutos fuera del horno para no quemarnos y listos para servir.
Buen provecho!
¡¡Hola Noelia!! Ohh, como me gusta esta receta, y es que me encantan los calabacines y el queso azul. Yo también suelo rellenarlos, pero con distintos tipos de queso, incluido el azul) y un poquito de jamón. Para mi, no tiene que envidiar a ningún dulce, y eso para mí, ya es decir mucho, ja, ja. Me encantan este tipo de calabacines pequeños, por aquí los veo muy poquito, sólo cuando voy al Lidl y no siempre. No me digas que no quedan super cucos así pequeñitos y tan ricamente rellenados.
Pues aquí es imposible salir por la mañana con una manga fina, hace frío, frío. Ayer, como llovió todo el día (bueno, donde yo estuve en concreto), parecía que no hacía tanto frío, pero el miércoles por la noche, que tuve un ensayo cerca puntual por la noche y salí andando, me tuve que abrigar como si de puro invierno se tratara, ¡¡pero qué frío!!
Con la ropa, conozco a más de una que ya empezó a sacar también lo de primavera-verano porque estaba harta de ver siempre lo mismo del invierno y lo ha tenido que sacar de nuevo. Yo tengo un pequeño vestidor, a ver, no es tan pequeño, pero yo lo veo así, ja, ja. Y la suerte es que tengo tanto lo de invierno como lo de verano a la vista, pues es lo suficientemente grande para que pueda tener todo colgado, es una gran ventaja, pues me ahorro el cambio de ropa entre estaciones. También caben las mantas, sábanas, maletas, zapatos, no está mal, aunque lo dicho, un poco pequeñito, je, je. Besitos.
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Hola Isa! Echaba de menos leerte y tengo necesidad de pasear por tu blog. Gracias por no dejar de leerme a pesar de haber perdido la constancia. Un besazo
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