Crema de bacalao con nata

Se acerca el día de San Valentín, y os puedo asegurar que no me he acordado de dicho evento en toda la semana. Los que me conocéis sabéis que no celebro este día, ni me acuerdo de que existe, pero desde que tengo el blog intento presentaros alguna receta especial para degustar en pareja. Me temo que este año no va a ser así.

O puede que sí… ya veremos como acaba este post.

Hoy os traigo una receta tradicional de la cocina portuguesa y que desde hace años es plato obligado para compartir en mi casa.

El bacalao es uno de los ingredientes predilectos de la cocina del país vecino, allí lo cocinan de tantas formas diferentes y en tantos formatos que es difícil decantarse por una receta u otra; sin embargo esta mezcla entre crema y puré que vamos a preparar hoy es una de las mejores tentaciones que me ha dejado Portugal.

Hace años que mi madre la prepara en casa y cuando aún no me gustaba el bacalao (mi paladar ha ido mejorando con los años), era la única receta que me comía con este pescado. Porque el resultado tiene el sabor suave de una vichyssoise y el toque salado y marino del bacalao. Es un plato que aunque a simple vista no parezca muy apetecible, cuando pruebas la primera cucharada ya no puedes parar.
Normalmente cuando preparo recetas internacionales las plasmo tal cual, aunque a esta le he dado media vuelta y la he preparado a mi estilo. Tradicionalmente las patatas se cuecen en leche por si queréis realizar la receta al estilo mas tradicional y no lleva puerro.

Y si retomamos el día de los enamorados que nos acompañará este fin de semana, creo que podemos organizar una perfecta cena en pareja con una buena ensalada, un plato de bacalao con nata y unos bombones para el postre; todo ello acompañado de un buen vino verde portugués, en este caso podéis ver en las fotos una de las botellas que más me gusta de este vino y que hace unos días encontré en carrefour, de la marca Gatao. Este vino, junto con la marca Casal García (uno de los más reconocidos) son mis vinos verdes favoritos, de este último podéis encontrar en España la variedad de vino rosado, toda una delicia para el paladar.

Y ahora solo me queda desearos a todos un feliz día de San Valentín y ponernos a cocinar.

En la receta vais a encontrar los ingredientes para 4 personas, aunque en las fotos veis que yo preparado la mitad. Aún así el número de raciones es aproximado, pues si queréis utilizar este plato como entrante podéis sacar muchas más raciones con la misma cantidad.

Espero que os guste!

INGREDIENTES (Para 4 personas)

4 lomos de bacalao fresco (de 80 gr aprox.), limpios sin piel ni espinas

200 ml nata

4 patatas

2 cebollas

2 puerros

AOVE

sal – pimienta blanca molida

Picamos los puerros y las cebollas y ponemos a pochar en una cazuela baja con 2-3 cucharadas de aceite de oliva y una pizca de sal. Removemos de vez en cuando para que se cocinen bien, a fuego medio, sin que se doren las verduras.

Cuando la cebolla esté transparente, colocamos encima los lomos de bacalao y tapamos la cazuela. Cocinamos 3-4 minutos hasta que el bacalao esté cocido.

Sacamos el bacalao y lo reservamos en una fuente para que se enfríe un poco, y mientras tanto añadimos a la olla donde están las verduras las patatas partidas en gajos (todos del mismo tamaño). Rehogamos un par de minutos y añadimos agua hasta el borde de las patatas.

Dejamos cocer hasta que el agua se evapore, removiendo de vez en cuando para que las patatas suelten todo el almidón.

Cuando en la olla casi no quede caldo, las patatas estarán casi cocidas, entonces desmenuzamos el bacalao con las manos y lo añadimos de nuevo a la olla, vertemos la nata y una cucharilla de café de pimienta blanca molida.

Dejamos hervir a fuego medio, removiendo de vez en cuando hasta que tengamos una masa densa. Retiramos del fuego, probamos de sal y trituramos la crema con la batidora.

Podéis triturarla hasta que quede muy fina (tipo consomé) o solo un poco, y así al comer la textura será un poco más rústica y encontraréis trocitos de patata y bacalao que masticar en la boca. Esta segunda opción es la que a mi más me gusta.

Servimos la crema en bols individuales aptos para el horno, y unos minutos antes de servir, los ponemos a gratinar hasta que se cree una capa crujiente y dorada en la superficie.

Buen provecho!