Tarta de ron con naranja

He decidido que el tema para los postres de esta Noche Buena sea:

«Cómete las copas»

O los cubatas, o el cocktail… en definitiva, en vez de beber alcohol, nos lo vamos a comer.

He pensado preparar una mesa degustación con distintas tartas de pequeño tamaño, todas eso sí, con un contenido alcohólico: la tarta de Ron con naranja que os traigo hoy, mi clásica tarta al Whisky, y algunas más que no os voy a detallar aún, pues pienso fotografiarlas todas y publicar las recetas de las que queden ricas.

Algunas de estas copas comestibles podrán adaptarse para los pequeños de la casa, sustituyendo el alcohol por otro producto «sin», pero me temo que en el caso de esta primera, si le quitamos el ron… nos quedamos sin sabor.

Como ya os he comentado en otras ocasiones, el miembro más joven de mi familia ya tiene 22 años, por lo que todos somos aptos para el consumo de este postre navideño (hasta la abuela de 75, jeje).

Antes de comenzar unos apuntes:

El ron que he utilizado para esta tarta es un ron oscuro, más añejo que el ron dorado y que normalmente encontramos con el nombre de elixir y/o etiqueta negra en las distintas marcas. Si os gusta un ron con un sabor menos intenso utilizar uno dorado, pero no pongáis ron blanco, pues la tarta tendrá una mezcla de sabor a Mojito y naranja un tanto desagradable.

Podéis utilizar azúcar moreno en vez de blanco para que le dé más color a la tarta.

El molde que utilicéis ha de ser desmoldable, y es bueno forrarlo completamente por dentro con tiras de acetato o papel vegetal antes de empezar a preparar la tarta, porque eso nos va a facilitar el desmoldado y las paredes de la tarta quedarán mucho más vistosas.

Como último consejo: verter la cobertura sobre la tarta antes de desmoldarla, pues como podéis ver en las fotos, he intentado decorar los laterales con un poco de cobertura y no ha quedado nada bien.

De todos modos esta solo ha sido la segunda prueba… perfeccionaré la decoración antes de que llegue Navidad.

Espero que os guste!

INGREDIENTES: (Para un molde redondo de 12 cm)

Para la base:

4-6 bizcochos de soletilla (o un bizcocho genovés de 1 cm de grosor y cortado a la medida del molde para cubrir el fondo de la tarta)

medio vaso de leche

2 cucharadas de ron

dos cucharadas de zumo natural de naranja

1 cucharilla de café de gelatina neutra en polvo (o dos láminas de gelatina neutra hidratadas)

Para el relleno:

125 ml leche

75 ml de ron

Piel de una naranja

125 ml de nata para montar

60 gr de azúcar blanca

2 yemas de huevo

3 láminas de gelatina neutra

Para la cobertura:

1 Naranja y 1 Limón

1 vaso de zumo de naranja y limón

1 sobre de preparado transparente para cobertura de tartas (en su defecto: 1/2 sobre de gelatina neutra en polvo).

2 cucharadas de azúcar

 

Comenzamos preparando la base:

En primer lugar añadimos la gelatina a la leche fría y la dejamos reposar unos minutos para que se hidrate.

Después calentamos un minuto la leche en el microondas y al sacarla, removemos bien para que la gelatina se disuelva por completo.

Añadir gelatina a la leche nos va a ayudar a que los bizcochos de soletilla se gelatinicen y la tarta tenga una base más consistente. Si en vez de estos bizcochos usáis un bizcocho genovés como base para la tarta, no será necesario utilizar gelatina.

Añadimos el ron y el zumo a la leche y remojamos los bizcochos de soletilla en la mezcla, de modo que queden totalmente húmedos pero no empapados, que no chorreé líquido.

Cubrimos el fondo del molde con los bizcochos emborrachados, intentando que no queden huecos y apretándolos bien contra el fondo para que formen una base firme. Reservamos en el frigorífico.

A continuación, pasamos a los ingredientes para el relleno:

hervimos 125 ml de leche con 75 ml de ron y la piel de una naranja durante 3-4 minutos a fuego medio. Es importante que no lo dejéis hervir mucho más tiempo ni pongamos el fuego demasiado alto, porque entonces el alcohol se va a evaporar demasiado y la tarta perderá sabor. Lo ideal es poner el líquido con la piel a calentar y cuando hierva bajar el fuego hasta que solo haga pequeñas burbujas y dejar así 3 o 4 minutos.

Dejamos la mezcla reposar unos minutos para que se impregne del sabor a naranja, y mientras tanto hidratamos las láminas de gelatina en un bol con agua fría unos 5-7 minutos.

Pasamos la leche con ron por un colador para retirar la piel de la naranja y los posibles grumos de nata que se hayan formado, le agregamos las láminas de gelatina hidratadas y mezclamos. Reservar.

En un bol batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta tener una mezcla blanquecina en la que no se aprecien los granos de azúcar.

Unimos las yemas a la leche con ron y mezclamos bien para que se integre la mezcla. Dejamos enfriar totalmente pero sin que la gelatina se cuaje.

Montamos la nata a punto de nieve con la ayuda de una varilla eléctrica.

Incorporamos la nata montada a la crema de leche, ron y yemas, mezclamos con movimientos envolventes de abajo a arriba, con cuidado para que la nata no pierda su volumen.

Vertemos la mezcla resultante el molde de tarta, sobre la base de bizcocho y dejamos enfriar en el congelador unas 4 horas.

Pasado el tiempo, comprobamos que la tarta está totalmente cuajada (incluso un poco congelada), pero no la saquéis aún del congelador, la dejamos un poco más mientras preparamos la cobertura.

En esta ocasión yo he utilizado un sobre de cobertura para tartas de Belbake (abajo tenéis una foto del preparado sacada del blog webos fritos.

He preparado la mezcla siguiendo las instrucciones del envase, que dicen: mezclar los polvos de 1 sobre con dos cucharadas de azúcar y 250 ml de líquido, después hervir unos minutos hasta que comience a espesar y cubrir la superficie de la tarta con la mezcla.

Yo he usado 250 ml de zumo de naranja y limón recién exprimido y pasado por un colador para que no tenga hebras, y he colocado algunas rodajas de naranja y limón sobre la tarta antes de cubrir para que decoren un poco.

Al cuajarse, la cobertura queda como un pegamento un tanto baboso pero que se sujeta bien a la tarta, aunque para mi gusto, si queréis una cobertura más fina, sustituir el preparado por una cucharilla de café de gelatina neutra en polvo, seguir el mismo proceso de elaboración para la cobertura y el resultado es mucho más fino y bonito. (Yo lo probaré así para Noche Buena)

Buen provecho!