Guiso de ternera al vino tinto con naranja y miel

Ayer fue un día señalado en mi calendario, no solo porque el 11 del 11 suene mucho desde que la ONCE decidiera inventarse un nuevo cupón especial para este día, es una fecha especial porque coinciden dos cumpleaños, el de una amiga que acaba de adentrarse en los 33 y el del blog.

Bueno vale, si miráis las entradas por fecha puede que no os cuadren los números, pues con los retoques y cambios en algunas de las entradas, el primer post que subí al blog ya no sigue ahí. Pero aún así, el próximo día 14 de Noviembre este, mi pequeño rincón de cocina para compartir, cumplirá dos añitos.
Y que mejor manera de celebrarlo que haciéndole un regalo; un regalo que no me he comprado yo misma, y que la persona que me lo trajo incluso desconoce la existencia de este espacio, pero que ha sido la excusa perfecta para traeros una receta que hará las delicias de todos en casa.

Hace unos días, me regalaron miel; no un tarro cualquiera de miel envasada, un bote de miel de abeja multiflorar y otro de miel de romero, de dos kilos cada uno, acabada de envasar, sin etiquetar, proveniente de los panales de una finca cercana a mi casa y que se comercializa a través de la cooperativa Sierras Andaluzas, que aúna a más de 150 apicultores de Sevilla y la serranía de Cádiz.

Yo no soy muy amante del consumo de miel, es demasiado dulce para mi y a menos que tenga un grandísimo resfriado o la garganta irritada, no la utilizo ni para endulzar la leche.

Pero entonces aparece el increíble mundo de la cocina, la infinidad de recetas que llevan este ingrediente en ellas y que nunca he cocinado, con lo que me gusta a mí la mezcla dulce y picante, agridulce,… Vaya que no había mejor forma de celebrar este cumpleaños que haciéndole un regalo al paladar con la miel.

La receta es muy sencilla, por lo que os vais a encontrar pocas fotos en el paso a paso; para compensar, os describo algunos aspectos a tener en cuenta antes de empezar.

En primer lugar necesitamos una buena carne de ternera, podemos pedirle al carnicero que nos limpie y trocee una buena pieza de carne especial para guisar; o si compráis la carne en un lugar nuevo, pedir que la ternera sea de aguja -es la que habitualmente encontramos envasa en bandejas en el super-; de la llana (carne muy fibrosa, no se deshace y queda muy tierna tras la cocción; o jarrete: un poco más seco pero igualmente muy tierno e ideal para guisos.

Cuando tengamos la carne  toca escoger el vino, no es cierto que para cocinar sirva cualquier vino, la calidad y tonalidad del vino que usemos va a influir mucho en el resultado del plato, y además es recomendable acompañar la comida con una copa del mismo vino con el que hemos cocinado, para que el sabor en boca sea mucho más redondo y completo.

Yo ye utilizado un vino Rioja de Crianza, un tinto joven, afrutado y menos seco que los vinos con mayor tiempo de maduración.  Si a la hora de serviros una copa preferís un vino más añejo, tendremos que utilizar menos cantidad en la receta que la que os he puesto en los ingredientes, sino la carne quedará un poco amarga.

Como última recomendación, la miel: miel de romero, de azahar o multifroral van genial con este plato.

Os dejo todos estos consejos para que veáis que podemos hacer de una receta muy sencilla, un plato diez; y ahora que se van aproximando las fiestas navideñas estos platos nos pueden ser de gran ayuda para quedar como reyes sin complicarnos demasiado.

En este caso, he acompañado la carne con unos ramilletes de brócolis al vapor.

Espero que os guste!

INGREDIENTES: (Para 4 personas)

500 gr de estofado de ternera

10-12 zanahorias baby

2 cebollas francesas

1 puerro

1 diente de ajo

2 vasos de vino tinto

3-4 cucharadas colmadas de miel

1 vaso de zumo de naranja natural

sal-pimienta negra molida-tomillo-romero-comino-laurel-AOVE

Calentar la olla express o rápida con 5-6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Salpimentar la carne de ternera y dorar en el aceite a fuego fuerte junto con 3 hojas de laurel y las zanahorias baby limpias (no es necesario pelarlas).

Cuando la carne esté dorada, apartamos con la ayuda de una espumadera, dejando en la olla el aceite y los jugos que ha soltado la ternera.

Picamos el diente de ajo en láminas, las cebollas francesas en juliana y la parte blanca del puerro en rodajas. Pochamos todo en la olla anterior a fuego medio-bajo. Cuando la cebolla esté transparente añadimos una cucharilla de café de tomillo, otra de romero y una pizca de comino molido.

Añadimos los dos vasos de vino tinto y trituramos la salsa con la batidora.

Volcamos la carne y zanahorias con el laurel sobre la salsa de vino y dejamos cocer unos 4-5 minutos hasta que se evapore el alcohol.

Agregamos un vaso de zumo de naranja recién exprimido, dos vasos de agua y cerramos la olla a presión. Cuando la válvula comience a girar dejamos cocer entre 15 y 20  minutos (el tiempo dependerá del tipo de carne y olla que uséis). En mi caso, la carne era muy tierna y tengo una olla rápida, por lo que solo la he tenido a presión 10 minutos.

Al abrir la olla comprobamos que la carne esté tierna y corregimos de sal y pimienta a nuestro gusto.

Sacamos la carne y las zanahorias de la olla, pasamos la salsa por un colador, para eliminar restos que no se hayan triturado y las hojas más grandes de las especias así como el laurel.

Ponemos de nuevo al fuego la salsa, agregamos 3-4 cucharadas de miel y dejamos hervir a fuego medio hasta que se reduzca y empiece a espesar.

Para servir este plato, repartir las zanahorias enteras entre los comensales junto con la carne y bañar a vuestro gusto con la salsa.

Acompañar el plato de unas verduras al vapor, unas patatas fritas y sobre todo, con un buen trozo de pan, porque no querréis dejar ni una gota de salsa en el plato.

Buen provecho!