Croquetas de merluza, jamón y algo más

Se dice que el verdadero placer está en las cosas pequeñas, en los detalles del día a día que nos sacan una sonrisa, en los pequeños logros que nos hacen la vida mejor y en los pequeños bocados que nos satisfacen tanto como un menú completo (con postre y todo).20151002_174413

No voy a negarme a tan repetida observación, y mucho menos con el plato que os traigo hoy: croquetas.
Y es que tengo una relación amor-odio con este bocado de dioses. Me encantan las croquetas, de todos los sabores y formas; croquetas de jamón, de bacalao, de morcilla, de restos, de verduras… me gustan tanto que no me importa admitir que me chiflan hasta las congeladas, si si, esas que compramos en el super y que son de todo menos de sabor casero.

Es evidente que no tienen comparación unas a otras, que las croquetas caseras son una delicia para mi paladar, un festín para mis sentidos y un capricho que poquísimas veces cocino. He ahí, mi relación amor-odio con las mismas.20151002_174033

En casa, las croquetas caseras son la obra de arte de mi tías (sobre todo las que se preparan con las sobras de un puchero). Una bechamel espesa, la carne muy picadita, un buen sofrito y su tiempo de reposo, para después transformar esa masa con no muy buen aspecto en unos palitos rebozados, crujientes por fuera y tiernos por dentro que hacen la delicia de toda la familia.

Ellas, mis tías, les dan forma casi con los ojos cerrados: dos cucharas, la bandeja de masa cerca y en el tiempo en que yo he envuelto dos croquetas ellas tienen llena toda una bandeja. Es por eso que las preparo poco en casa, no tengo paciencia para darles forma, me desespero y me acaba sobrando masa que se ríe de mi desde la bandeja a sabiendas que ha ganado la batalla… otra vez.

Por eso, hoy he re-elaborado una receta que publiqué en el blog en mis comienzos, y que es de esas entradas en las que el sabor resultante me gusta mucho, pero que las fotografías (antes las envolvía peor aún que ahora) dejan mucho que desear.

En el proceso de creación de estos pequeños bocados han desaparecido las fotos del paso a paso, os prometo que las hice, de echo mi móvil tenía tanta masa y pan rallado por encima que llegué a creer que no sobreviviría a la receta. Pero en el proceso de archivar, copiar al ordenador o en un agujero negro, han desaparecido, (menos mal que tenía copia de seguridad del resultado final), así que espero que el paso a paso os resulte lo bastante comprensible para compensar la falta de fotos.20151002_173834

Espero que os guste!

INGREDIENTES: (para unas 20 croquetas)

300 gr de filetes de merluza limpios (sin piel ni espinas)

80 gr tacos de jamón

2 patatas medianas

2 zanahorias medianas

2 cebollas

1 pimiento verde

1 tomate

Aceite de oliva virgen extra (para freír)

1 cucharada de mantequilla

5 cucharadas de harina de garbanzo (o de maíz)

1.5 l de agua para cocer

2 vasos de leche (puede ser entera o semidesnatada)

Sal- pimienta negra molida- nuez moscada- comino

Huevo batido y pan rallado para rebozar

Para preparar estas croquetas necesitamos dos días o madrugar mucho y tenerlas listas para la cena.

Que nadie se me asuste, son muy fáciles de preparar, pero la masa estará más sabrosa y fácil de manejar si la dejamos reposar de 4 a 6 horas en la nevera, o de un día para otro.

En primer lugar vamos a preparar un caldo de pescado, del que además de aprovechar sus componentes para las croquetas, conseguiremos un fondo que podemos guardar para la preparación de otra receta.

Pelamos las patatas y zanahorias, las limpiamos bien y troceamos.

Limpiamos el tomate, pimiento verde y 1 cebolla.

Calentamos en una olla el litro y medio de agua, salpimentamos y cocemos en él las verduras anteriores durante unos 20 minutos aproximadamente.

Cuando al pinchar la patata y zanahoria estén tiernas, agregamos los filetes de merluza limpios y dejamos cocer unos 3 minutos hasta que se tornen blancos y estén cocidos.

Pasamos el caldo por un colador, reservando el líquido en un bol que podemos congelar para otros usos. Y por otro lado, dejamos enfriar las patatas, zanahorias y pescado. (desechamos el resto de las verduras).

Con la ayuda de un pasa purés trituramos las patatas y zanahorias, y desmenuzamos el pescado con las manos. Mezclando todo con la ayuda de un tenedor hasta que tengan aspecto de puré. Reservamos.

En una sartén calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva y doramos en el un diente de ajo y una cebolla picada muy pequeños. Yo en vez de picarlos, los he rallado, para que en la masa no haya trocitos de este sofrito.

Cuando la cebolla se vuelva transparente agregamos los tacos de jamón y rehogamos un par de minutos más.

Añadimos el puré de patata, zanahoria y merluza anterior, mezclamos bien y apartamos del fuego.

En una sartén antiadherente calentamos la cucharada de mantequilla con una cucharada de aceite y vertemos en ella la harina, removiendo constantemente para que se cocine un poco y con cuidado que no se queme.

Yo he utilizado harina de garbanzo, que aporta un extra de sabor a la masa y espesa muchísimo, pero podéis utilizar harina de maíz o aquella que uséis habitualmente para preparar una bechamel.

Pasado un minuto añadimos la leche fría y seguimos cocinando a fuego medio, sin dejar de remover en ningún momento, intentando que no nos queden grumos en la bechamel.

Cuando esta comience a espesar, salpimentamos, añadimos la puntita de una cucharilla de comino molido y otra puntilla de nuez moscada. Agregamos la masa echa antes con el sofrito y el puré y cocinamos hasta tener una masa compacta.

Retiramos del fuego, extendemos la masa en una fuente plana y cubrimos con film transparente a piel (pegado a la masa) para que no se cree costra al enfriar.

Cuando atempere la masa, metemos al frigorífico de 5 a 6 horas, o toda la noche como es mi caso.

Pasado el tiempo de reposo, hacemos bolas con la masa y las pasamos por huevo batido y después por pan rallado.

Las freímos en abundante aceite de oliva suave y cuando se doren las sacamos a una fuente con papel absorbente para escurrir el aceite sobrante.20151002_173637

Buen provecho!

NOTA:

1.- Si la masa os parece que es demasiada cantidad, podéis hacer la mitad, o como es mi caso, una vez preparadas las bolas y pasadas por huevo y pan rallado, las podemos congelar y freír cuando más nos apetezca.

2.- En las fotos veréis que he preparado croquetas con distintas formas, todas son con la misma masa, solo que me aburría de hacer todo el tiempo bolitas y decidí hacer más divertida la presentación.

3.- Si las acompañáis como yo, con una ensalada de tomates frescos aliñados con vinagreta de ajo y perejil y unos espárragos a la plancha, tendremos un menú completo y no excesivamente calórico.20151002_173913

13 comentarios en “Croquetas de merluza, jamón y algo más

    • Gracias Carmen, me gusta la masa de las croquetas quede jugoso pero al mismo tiempo que compense tanto frito con un relleno sano, y así además, son mas consistentes y acompañadas de una buena ensalada o unas verduras al vapor (por ejemplo) ya tenemos una comida redonda. Un besito y gracias por pasarte!

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  1. Hola Noelia, me encanta como te han quedado. Para mí son mi asignatura pendiente, te diré que me parecen más sencillos de hacer los macarons!!! Una vez hice croquetas con restos de cocido, sólo una, llevan mucho trabajo. Y lo confieso, en ocasiones compro congeladas!!! Sí, sé que es una aberración sí pero peco como todos, sólo de vez en cuando. Un besazo.

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  2. Una combinación que no se me habría ocurrido, pero que tal como la he visto, y con esas fotos tan chulas (a pesar del contratiempo) han hecho que me entren unas ganas enormes de probarla.
    Me la apunto, y no tardaré mucho en hacerla.
    Besitos y felicidades por otra receta estupenda.

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  3. ¡¡Hola Noelia!! Yo tampoco como croquetas casi nunca, y no es al igual que tú poque no me gusten, sino porque los fritos me caen bastante pesados en el estómago. Yo he probado algunas compradas que también están buenas, depende un poco de la marca y las caseras, pues que la mayoría están para chuparse los dedos. A mi me gustan las que tienen una bechamel cremosa, que al morder casi se deshace de lo blandita que queda en el interior, ummm (ya se me está haciendo la boca agua, je, je). Tus croquetas son más elaboradas que las que yo hago, pero claro, llevan mucha más sustancia, tiene un tiempo de reposo, vamos, ¡¡cómo para que no estén buenísimas!! ¡¡Esto sí que es hacer unas croquetas con mimo!! Lo de cambiarles la forma está bien, son menos aburridas . Que pases un feliz puente. Besitos.

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    • Gracias Isa!! Estoy contigo en la pesadez de las croquetas y de cualquier frito, por eso en el blog no suelo publicar cosas así (no las cocino aunque me gusten). La verdad es que la cantidad de ingredientes se debe a que hace años me sobró mucho pescado patata y zanahoria tras hacer una sopa de pescado y lo transformé todo en masa de croquetas, en casa gustó tanto que cuando tenemos sobras tras hacer un caldo de pescado (esto no suele pasar) las transformo en croquetas. Disfruta mucho del puente! Besitos

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  4. Creo que con las croquetas pasa lo mismo que con la tortilla de patatas, toda familia tiene a un gran cocinero-especialista en sus filas. No sé cómo serían las de tus tías, pero a mi las croquetas me gustan así, con rellenos y formas distintas, con su color dorado y su claro mensaje subliminal diciendo «cómemeeeee!» 😉 Un beso!

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    • Muchas gracias!! Debo reconocer que mis croquetas son de aspecto rústico y casero, a mi también me gustan así, y todos en casa dicen que me quedan muy ricas, el punto justo de densidad en el interior y el exterior crujiente, pero sigo siendo tan tan lenta a la hora de darles forma…
      En fin, no desistiremos, quizás algún día logro mejorar mi tiempo. Un besazo!!!

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