Juego de blogueros 2.0: Pastel de patatas y pimientos asados

Se acerca el final del verano, fin de vacaciones y el principio de cosas nuevas! Como las recetas con patatas…

Y es que ha llegado el día en que a todos los miembros del juego de blogueros nos sube un gusanillo por el estómago, deseosos de ver las recetas de los compañeros; de darle al botón de publicar y esperar que a los demás les guste lo que hemos cocinado. Y sobre todo… es el moment,o en este final de verano, de aprender elaboraciones nuevas de mano de los miembros de este fantástico grupo de cocinillas que, nos reunimos cada final de mes para compartir nuestros experimentos culinarios.

¿Nos pasamos por el resto de blogs participantes para ver que han preparado este mes? Vamos a por las recetas con patata!!!

Carlota: https://articuina.wordpress.com

Fran: https://cocinaryacomer.wordpress.com/

Carmen: https://croqueteandoo.wordpress.com/

Mònica: http://dulcedelimon.com

Inma: http://entre3fogones.com/

Bela: http://facilconbela.blogspot.com.es/

Josu: http://gordonauta.com/

Silvia: http://kuinetes.com/

Diego: http://lamejormaneradehacer.blogspot.com.es/

Leila: http://lanuevacocinadeleila.blogspot.com.es

Ligia: https://losdulcesdeligia.wordpress.com/

Ester: https://losmundosdepiru.wordpress.com/

Antxon: http://musloypechuga.com

Maribel: https://picoteandoideas.wordpress.com/

Neus: https://rorosacabolas.wordpress.com/

Susanna: http://trumpi.blogspot.com.es/

Silvia: http://unapizcadena.wordpress.com/

Y a continuación mi aportación a este mes de agosto:

Ha sido difícil y excitante elaborar una receta con la patata como elemento principal, y es que si bien, es un ingrediente conocidísimo por todos y un elemento muy común en nuestros menús diarios, la patata no suele llevarse todos lo méritos cuando cocinamos.

A veces incluso la maltratamos, no prestamos demasiada atención a sus tiempos de cocción, no la condimentamos pensamos en acentuar su sabor, ni la integramos en las recetas, las añadimos a la carne guisada para aumentar el volumen del plato (y no comer solo carne), agregamos unas patatas a los cocidos para espesar los caldos, las freímos como un remedio rápido a una comida no planeada, y como mucho (al menos en mi caso) las cocinamos en el horno o pochamos a fuego lento acompañadas de un poco de jamón o panceta para intentar que unas simples patatas pasen por un gran plato cuando tenemos pocos ingredientes o pocas ganas de cocinar.

A pesar de toda esta crítica, debo decir que en casa nos encantan las patatas. Ay! esa mano que se cuela por alguna rendija entre mi cuerpo y la encimera, y se las come crudas mientras yo intento picarlas para la comida. Pobres patatas fritas que han quedado más doradas o torcidas de la cuenta y van de la bandeja a la boca sin pasar siquiera por la mesa. Y esto sin nombrar mis favoritas, unas patatas cortadas en gajos y cocinadas con poco aceite, pimientos y cebollas troceadas, que si acompañamos de un huevo frito y una buena ensalada hacen de la sencillez uno de mis platos favoritos.

Hoy para intentar darle el protagonismo que este juego se merece: Pastel de patatas relleno de pimientos asados.

Espero que os guste!

INGREDIENTES:

4-5 patatas nuevas (1 kg aproximadamente)

2 pimientos rojos de asar

2 pimientos verdes aptos para asar

4-5 dientes de ajo

2 huevos

50 gr de queso crema

100 ml de nata o crema espesa para cocinar

30 gr de queso rallado en polvo

sal- pimienta negra molida

Precalentamos el horno a 22o grados con calor arriba y abajo.

Lavamos bien los pimientos y las patatas y secamos.

Disponemos en una fuente de horno los pimientos limpios y enteros untados en unas gotas de aceite de oliva, y los dientes de ajo sin pelar también con un poco de aceite.

Envolvemos las patatas de una en una en papel de aluminio, con unas gotas de aceite de oliva y una pizca de sal.

Una vez sellados los paquetes de patatas, con un cuchillo de punta fina pinchamos en varios sitios intentando llegar al centro de la patata.

Yo he utilizado una fuente que ocupa medio horno para poder asar los pimientos y las patatas al mismo tiempo. De modo que cuando tenemos todas las verduras preparadas colocamos la fuente con los pimientos sobre la rejilla del horno y a su lado las patatas envueltas en aluminio.

Dejamos que se asen las verduras unos 40 minutos aproximadamente.

A los 15 minutos de cocción tendremos que sacar los dientes de ajo que ya estarán tiernos, y unos minutos más tarde habrá que darles la vuelta a los pimientos, cuando veamos que la piel se empieza a dorar.

Pasados los 40 minutos, comprobamos que estos están tiernos y pinchamos las patatas para comprobar si están tiernas, si no es así, dejar que se asen unos minutos más.

Colocamos la fuente de los pimientos sobre la encimera, tapamos con papen de aluminio para que el vapor de la cocción no salga y lo dejamos enfriar hasta que estén a temperatura ambiente. Pelamos los pimientos, retirando la piel y las semillas, intentando que no se nos rompan en pedazos muy pequeños. Reservamos en un bol con una pizca de sal.

Colamos el caldo que haya quedado en la fuente del asado y lo reservamos.

Cuando las patatas estén tiernas, las colocamos sobre la encimera y abrimos, con mucho de cuidado de no quemarnos, el envoltorio por una esquina y dejamos templar.

Pelamos las patatas y las trituramos con un chino o chafándolas con un tenedor. (No lo hagáis en la batidora porque quedarán demasiado licuadas y el pastel tardará mucho en cocinarse).

Separamos las yemas de las claras de huevo, montamos estas últimas a punto de nieve y reservamos en el frigorífico.

Batimos las yemas con el queso crema y la nata, salpimentamos.

Mezclamos las patatas chafadas con la crema de nata, queso y yemas, cuando esté totalmente integrado, agregamos las claras montadas y mezclamos todo con una paleta de cocina. Reservar.

Forramos un molde desmontable para tartas con papel vegetal y engrasamos con un poco de mantequilla por encima del papel.

Dividimos la masa de patatas en 3 partes iguales, colocamos una parte en el fondo del molde, pintamos un poco la superficie con el caldo de la cocción de los pimientos que teníamos guardados. Encima colocamos una capa de pimiento (yo he puesto en la primera capa todo el pimiento rojo, pero podéis mezclar ambos).

Cubrimos con una segunda parte de la masa de patatas y repetimos pintado con el caldo y colocando el resto de los pimientos encima (en mi caso, los verdes).

Cubrimos con la última porción de masa de patatas.

Espolvoreamos un poco de queso rallado por encima y metemos el molde al horno durante 40 minutos.

Pasado ese tiempo el pastel tendrá una capa crujiente y dorada por la superficie y estará muy hinchado, pero si lo pincháis con un palillo parecerá crudo por dentro. No os preocupéis es el efecto del queso derretido. Sacar el pastel del horno y dejar templar. Perderá volumen y se volverá más solido y manejable para cortar porciones.

Desmoldar y servir tibio o frío.

Este pastel tiene algo que me ha gustado mucho y es que si lo servís tibio su textura es parecida a la de un souflé, consistente pero estable, con un sabor muy sutil a queso y pimiento; y si preferís tomarlo frío, el sabor de la patata al ajo será mucho más marcado y aligerado con los pimientos asados, eso lo dejo a vuestra libre elección.

Buen provecho!