Bundt cake de leche condensada y paraguayos

Hay días que el almuerzo debería estar prohibido, o mejor aún, que se tuerzan un poco las agujas del reloj y la hora de la merienda se repita también a medio día.

Y es que como mejor se disfruta un dulce es recién echo, a veces, incluso antes de llegar a servirlo en la mesa, cuando su interior aún está un poco templado y las manos nos juegan una mala pasada no haciendo caso a la conciencia y los buenos modos y pellizcamos un trocito por allí donde creemos que nadie se dará cuenta.

En eso estaba yo este medio día, en batallar entre los buenos modales y mis ansias cuando la olla empezó a reclamar mi atención y decirme que el almuerzo estaba listo. Ay dios, una cazuela de lentejas con verduritas y chorizo recién echa, debatiéndose con este pastel de leche condensada y fruta por llamar mi atención, a ver quien ganaba la partida.

No os voy a mentir, entre un plato caliente con los largos 35 grados que acusaban hoy en Sevilla y este dulce tan fresco, casi me salto la comida y paso directamente al postre, o a servirme un vaso de leche bien fría y merendar.

Pero al final ha ganado la cordura (y la pena por estar rechazando mis pobres lentejas) y es ahora, mientras escribo estas líneas que no paro de dar bocaditos a este dulce que os traigo hoy.

Espero que os guste!

INGREDIENTES:

150 gr mantequilla a temperatura ambiente cortada en dados

100 ml aceite de oliva suave

150 gr azúcar

1 cucharada de esencia de limón

4 huevos tamaño L

150 gr leche condensada

200 ml leche semidesnatada

375 gr harina de todo uso

1 sobre de levadura química (tipo Royal)- 16 gr

5-6 paraguayos (o 1 manzana roja grande, 2 mecolotones, 3 nectarinas) lo que más os guste pero que no sea una fruta demasiado dulce.

Para preparar este pastel vamos a necesitar un bol grande y una varilla eléctrica, con la que vamos a integrar cada uno de los ingredientes, si no teneis podéis usar una varilla manual sin ningún problema, solo que tendréis que amasar durante más tiempo para integrar perfectamente todos los ingredientes.

Precalentamos el horno a 175 grados con calor arriba y abajo y colocamos la rejilla a media altura.

Preparamos un molde para bundt cake de tamaño grande (30 cm de diámetro y unos 7 cm de profundidad), lo engrasamos con un poco de aceite de oliva (es mejor que la mantequilla para este tipo de moldes porque el aceite llega mejor a todos los rincones, sea cual sea el dibujo del molde). Si usais como yo un molde de silicona, no será necesario engrasarlo. Reservamos el molde.

En un bol grande colocamos la mantequilla a temperatura ambiente cortada en dados, el aceite y el azúcar y vamos a mezclar con las varillas hasta tener una mezcla blanquecina que doble su volumen y en la que estén perfectamente integrados los ingredientes.

Agregamos uno a uno los huevos, batiendo bien con las varillas para que se integre uno antes de incorporar el siguiente.

Cuando hayamos agregado todos los huevos integramos también con las varillas la esencia de limón. Reservamos.

Mezclamos en un bol la leche condensada y la leche semidesnatada. Reservamos.

Pelamos, deshuesamos y troceamos a dados pequeños los paraguayos o la fruta que hayáis elegido. Le añadimos una o dos cucharadas de la harina y mezclamos bien. (como si estuviésemos enharinando pescado para después freírlo). Este paso es importante, porque al pasar los dados de fruta por harina, conseguimos que después se integren mejor en la masa y no se despeguen del bizcocho al cortarlo.

Tamizamos el resto de la harina con la levadura. Reservamos.

Recuperamos el bol donde estábamos trabajando la masa, y le agregamos la mitad de la mezcla de leches, batiendo para integrarla completamente.

A continuación, añadimos la mitad de la harina tamizada con la levadura y volvemos a integrar.

Repetimos estos pasos con la leche y la harina restante.

Por último, agregamos la fruta enharinada y mezclamos bien con la ayuda de una paleta de cocina.

Rellenamos el molde con la masa, distribuyéndola con cuidado para que se extienda bien por todos los huecos del molde.

No debéis llenar el molde más de 2/3 partes porque al hornear crecerá y puede desbordarse.

En este punto es cuando, además del bundt cake, he preparado una tartaleta con la misma masa, y es que mi molde no era lo suficientemente grande y me ha sobrado masa, por eso más arriba os doy las medidas del molde que deberíais usar para que no os pase lo que a mi.

Pues cuando tengamos el molde de bundt cake listo con la masa en su interior, le damos unos golpes contra la encimera para que se asiente la masa lo más posible y metemos al horno durante 40 minutos aproximadamente o hasta que comience a dorarse por encima y al pinchar con una brocheta esta salga limpia.

Sacar del horno y dejar reposar unos 10- 15 minutos antes de desmoldar. Después desmoldar sobre una rejilla y dejar enfriar por completo.

Este pastel queda delicioso para comer solo y se mantiene jugoso durante unos 3 días guardado en una lata o soporte para tartas bien cerrado.

Si lo preparáis en verano y para conservarlo de un día para otro necesitáis meterlo en la nevera, se pondrá un poco duro y seco, por lo que os recomiendo servir con un poco de mermelada.

Yo he usado mermelada de frutos rojos con unas gotas de esencia de jazmín para cubrir uno de los pasteles, pero podéis usar la mermelada que más os guste o incluso servir distintas mermeladas a parte y que cada uno se unte una rodaja de pastel con la que más le guste, por ejemplo para desayunar.

Buen provecho!