Nos guste más o menos la cocina, disfrutemos más o menos con la comida, todos necesitamos alimentarnos y a todos nos gustan más unos platos que otros.
Igual pasa con los elementos que no queremos comer nunca en un plato. Yo presumo al decir que me gusta todo a la hora de comer, pero eso es solo una generalidad, hay determinados platos, o más bien, determinados ingredientes en los platos que no me gustan. Eso no implica que no me los coma cuando tengo la mala suerte de que caigan en mi plato al servirlos, o que no los utilice para cocinar, aunque no sean mi perdición, (hay que comer de todo).
Pero tengo excepciones, los frutos secos crudos me resultan incomibles, y no porque me disgusten, sino por obligación, pues les tengo alergia y mi esófago se hincha dificultándome la respiración cuando los como sin cocinarlos antes.
Y después hay otro ingrediente… un manjar del que todos podemos disfrutar en esta época y con el que yo me niego incluso, a cocinar: las setas. No importa cual de su variedades tenga cerca ni como se haya cocinado, soy incapaz de comer setas.
Algunos pensaréis que es una pena porque están deliciosas, y estoy totalmente de acuerdo. Me gusta su sabor, su textura, el olor que desprenden y como mejoran el sabor de los platos; pero no puedo comerlas. Hace años que un revuelto de setas, de esos que venden congelados, y que se saltean en unos minutos, me sentó tan mal que ahora soy incapaz de llevarme a la boca una comida que contenga setas. Incluso cuando están ocultas en algún plato y me niegan su existencia, es probar la primera cucharada y … mi estómago empieza a quejarse y a notar que algo no va bien.
Por eso, anoche, cuando me trajeron a casa una cajita de champiñones recién cogidos y mi cabeza comenzó a planear como cocinarlos, pensé que esta receta quedaría genial con unas setas…
Para los que si podáis comerlas y disfrutéis con su sabor, solo tendréis que cambiar los champiñones por estas y a cocinar.
Espero que os guste!
INGREDIENTES:
6 láminas de pasta filo
350 g carne picada de cerdo
250 g champiñones frescos
1 puerro
2 tomates secos
1 limón
3 cucharadas de coñac
1 cucharada de cilantro fresco picado
sal – pimienta negra molida
aceite de oliva virgen extra
Vamos a preparar otra receta sencilla, para la que necesitamos organizarnos un poco antes de empezar a cocinar.
En primer lugar pondremos los tomates secos en una taza y cubriremos con aceite de oliva para que se vayan hidratando.
Después vamos a a aliñar la carne picada: disponemos la carne en un bol, salpimentamos, añadimos el cilantro picado, el zumo de medio limón y las cucharadas de coñac. Mezclamos bien con la ayuda de un tenedor, tapamos con papel film y dejamos macerar en el frigorífico.
Este aliño dejará la carne muy suave y sabrosa, para que al hornear más tarde nuestros rollitos, la carne no quede nada seca ni apelmazada.
Tercer paso: calentamos en una sartén 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva de la taza donde tenemos hidratando los tomates.
Picamos la parte blanca del puerro y los tomates hidratados en trozos pequeños y pochamos a fuego medio en la sartén.
Limpiamos los champiñones y troceamos en dados pequeños. Los añadimos a la sartén cuando el puerro esté pochado. Salpimentamos y agregamos el zumo del medio limón que nos queda.
Dejamos cocinar a fuego medio hasta que los champiñones se cocinen y pierdan todo el líquido. El sofrito debe quedar muy seco.
Llegados a este punto, precalentamos el horno a 170 grados con calor arriba y abajo.
Disponemos una lámina de pasta filo sobre la encimera limpia y seca. Cerca de uno de los bordes (por la parte más estrecha) extendemos una capa del sofrito de champiñones y cubrimos con otra de carne picada de unos 2 cm de grosor, como se ve en las fotos.
Con cuidado de no romper la pasta, enrollamos la lámina desde el extremo donde está el relleno hasta el final.
Con una brocha de cocina, pintamos la superficie por donde se cierra el rollo de pasta filo, con un poco de aceite de oliva y cubrimos con una segunda lámina de pasta enrollándola en sentido contrario que la primera.
Cuando tengamos todos los rollos listos, los colocamos sobre la rejilla del horno cubierta de papel de hornear, pintamos la superficie con un poco más de aceite (poca cantidad, solo para que de un poco de brillo) y horneamos 25 minutos hasta que la superficie esté dorada y le damos la vuelta dejándolos en el horno 5 minutos más.
A partir de los 20 minutos, ir vigilando el horno, y si veis que los rollos se doran demasiado rápido, darle la vuelta un poco antes.
Para acompañar estos rollitos, os recomiendo un poco de salsa tártara o una mayonesa verde condimentada con perejil y cilantro fresco.
¡¡Hola Noelia!! ¡¡Qué rollitos de pasta filo te has marcado hoy!! Ya imagino su sabor crujiente, y luego la explosión con la carne y los champiñones….ummm, ya empiezo otra vez a imaginármelo (y mira, que hoy ya he merendado, pero no estaría nada mal para la cena). Pues, te han quedado unos rollitos fantásticos y seguro que esto le gusta a casi todo el mundo. Yo mejor no te digo cuantas cosas son las que no me comería, ja, ja, ¡¡la lista es interminable!! de todas formas, he progresado mucho, y desde que he empezado a cocinar, le he ido cogiendo el gusto a muchos sabores que antes no hubiera comido por nada en el mundo. A mi me encantan los champiñones, setas y hongos perro cuando era más jovencilla tampoco me gustaban. Así que tu receta sea con la seta que sea me gusta mucho. Besitos y feliz finde.
Me gustaMe gusta
Gracias Isa, cuando se preparan platos divertidos o vistosos es fácil que hasta el más delicado lo acabe probando… y es que lo queentra por los ojos es más fácil que pase después por la boca. Un beso y feliz fin de semana a ti también! !
Me gustaMe gusta